Los Crujíos

Los Crujíos

Querido paciente, hoy vamos a hablar de una maniobra muy común del fisioterapeuta, la manipulación articular o Thrust (traducido del inglés al español: empuje, traducido del inglés al andaluz: empujón), es decir, cuando os “Crujimos”, y sobre todo qué es lo que pasa cuando suena ese “crujido”.

Lo primero que debemos explicar es que esta técnica no es una técnica ortopédica o correctora, si no más bien “liberadora”, por lo que no se trata de corregir una pérdida de congruencia articular como sería el caso de una luxación si no más bien de recuperar una movilidad perdida en una articulación. Lo que conseguimos con esta técnica estructural es restaurar la movilidad fisiológica articular, regular la circulación local, normalizar el tono muscular, etc etc, y todo en un solo gesto y de manera prácticamente inmediata. Siempre se debe respetar los límites articulares fisiológicos y por tanto si se hace así no tiene porque haber ningún peligro terapéutico, por eso es tan importante que la realice siempre un fisioterapeuta colegiado y bien formado en estas técnicas para que conozca en profundidad lo que está haciendo.

Pues bien, ¿qué es lo que ocurre cuando el fisioterapeuta os cruje? ¿Qué es lo que suena? ¿Porqué suena?. Debemos tener en cuenta que nuestras articulaciones poseen un rango de movimiento activo (y natural) y un rango de movimiento pasivo (y forzado) un poco más amplio, y siempre sin llegar a luxar la articulación. Cuando hacemos una manipulación eso es lo que pretendemos, pasar del rango natural y activo al rango forzado y pasivo.

Nuestras articulaciones están delimitadas por cápsulas articulares y éstas están llenas de liquido sinovial y algunos gases. Las cápsulas articulares poseen una presión negativa y por tanto los gases aquí presentes se diluyen y pasan a estar en estado líquido (como el gas de los mecheros). Cuando el fisioterapeuta manipula la articulación aumenta el volumen donde están contenidos esos gases, los cuales al dejar de estar sometidos a esa presión negativa pasan a estado gaseoso e implosionan provocando ese ruido tan característico de la manipulación (como cuando abrimos un bote de mayonesa por primera vez).

Este estado se retorna de nuevo hasta que se genera la presión negativa y los gases se licuan otra vez, y suelen pasar unos 10-15 minutos.

Este ruido es propio tan solo de las manipulaciones y no podemos confundirlo con otros ruidos y chasquidos que podemos escuchar en nuestras articulaciones, en otro artículo veremos estos ruidos fisiológicos y patológicos que nos podemos encontrar.

Así que no tengas miedo de las manipulaciones hechas por Fisioterapeutas, sabemos lo que hacemos. En el Centro de Fisioterapia Antonio Roldán llevamos veinte años ayudando a nuestros pacientes con este tipo de técnicas, te esperamos.