Todos hemos oído hablar de los famosos «cólicos del lactante». De hecho, la respuesta más sonada si el bebé tiene gases y llora, es que tiene cólico. A los papis les suena algo así como: «os ha tocado papis, asumidlo. Asumid que el bebé pueda estar llorando todo el día, durante semanas o meses, asumid que a veces incluso ese llanto sea insoportable, y que eso requiera que quiera estar todo el día en brazos».
A veces todas estas afirmaciones se dan a la ligera sin importar cuál sea la edad del bebé, cuántas horas seguidas llora, si lo hace por la tarde/noche o también si lo hace durante el día, si el bebé es el primer hijo o no, si el bebé come bien, si toma leche materna o no, o incluso sin descartar la posibilidad de que sea alérgico a la proteína de la leche.
Todas estas afirmaciones anteriores llevan a confusión ya que a prácticamente todo se le relaciona con un episodio de cólico. Pues bien, para aclarar decir que, la Asociación Española de Pediatría definió a los «cólicos del lactante» como episodios de llanto continuo que tienen lugar de forma predominante por la tarde/noche y que lo suelen padecer bebés que tengan desde unos 15 días a 4 meses aproximadamente. Suelen durar unas horas, se suele producir durante unos días seguidos de la semana y durante varias semanas. También es más frecuente decir que estos cólicos se dan lugar en bebés que sean los primeros de la familia.
Por supuesto esto afecta a la estabilidad y a la armonía familiar pues altera el descanso de los padres, pudiendo llegar a niveles de desesperación al no encontrar qué es lo qué le pasa a su bebé o en este caso, qué hacer para ayudarlo para que se calme. Ante tal situación, no les queda otra que confiar en que aparezca algún remedio casero «mágico» que le ayudara al bebé de un amigo, de un compañero de trabajo, etc…
En el Centro de Fisioterapia Antonio Roldán realizaremos una valoración exhaustiva a tu bebé para saber realmente lo qué le pasa. Además, nuestro centro de fisioterapia es referencia en terapia craneal/osteopatía craneosacral. Esto quiere decir que vemos a tu bebé como un todo, no solo la barriguita. Muchas veces también le ayudamos mirándole los huesecitos de la cabecita. ¿Los huesos de la cabeza? Pues sí, y esto tiene que ver porque a través de estos huesecitos salen unos nervios que van, o bien hacia la boca, lengua y mandíbula, o bien, otros que se dirigen hacia el estómago e intestino.
Por todo ello, si sois papis (y más aún si sois papis primerizos) y si vuestro bebé sufre de gases/cólicos y llora y no sabéis por qué, no dudéis en consultarnos de modo que encontréis la solución y volváis a tener el descanso y el bienestar que necesitáis.