Como cada año, por el mes de abril comienza una de las semanas más esperadas para todos los sevillanos, la feria de Sevilla. Dentro del recinto ferial, existen dos zonas, la parte de las casetas y la parte de los cacharritos, conocida como «la calle del infierno».
Podemos encontrar una gran variedad de atracciones, que juegan con diferentes velocidades, altura, emociones, ofrecen nuevas sensaciones y descarga de adrenalina y dopamina. Pero, te has parado a pensar… ¿qué consecuencias nos pueden traer estas experiencias? ¿Has tenido alguna vez vértigos, mareos, dolor de cabeza, ansiedad después de una atracción?
Probablemente, la respuesta sea afirmativa, ya que en este tipo de atracciones donde los impactos son bastantes bruscos, se puede producir un latigazo cervical. ¿Qué significa este concepto? Se identifica como la consecuencia de un movimiento brusco de aceleración o parada del tronco, que da lugar a una inclinación de la cabeza en sentido contrario, con la correspondiente flexión de la columna cervical.
¿Cómo es el mecanismo lesional? Se produce un efecto en dos tiempos sobre la región cervical:
- El tronco y los hombros del sujeto son empujados hacia delante por el vagón de la atracción. Por otra parte, si la cabeza se encuentra sin apoyo occipito-cervical va a permanecer “sin movimiento” en el instante del impacto mientras el tronco va hacia delante. Esto produce una fuerza en extensión que provoca una distensión de los tejidos cervicales.
- En segundo lugar, las fuerzas de inercia que se crean lanzarán hacia adelante a la cabeza provocando ahora una distensión-comprensión de los tejidos cervicales al flexionar.
Esta lesión, no sólo implica una afectación ósea, sino también ligamentosas, muscular, nerviosa, etc. De modo que se puede aparecer dolor en la espalda, limitación en el movimiento del cuello, cefaleas, mareos, náuseas, contracturas musculares y otras afectaciones secundarias a la afectación nerviosa como pueden ser: vómitos, visión borrosa, dificultad para tragar y hormigueo en miembros superiores, además de dolor en la mandíbula y acúfenos (zumbidos en los oídos).
Con todo lo explicado anteriormente, no queremos demonizar estas atracciones, ya que cada una de ellas pasan su correctos controles de calidad. Incidir en que dichas afectaciones les ocurren a personas con predisposición, ya sea debido a su edad, al sedentarismo, antecedentes médicos, etc. Por ello, antes de subir a una atracción, piense detenidamente si puede o no perjudicarle a su salud.
No obstante, si refiere algunos de los síntomas nombrados, no dude en acudir a nuestro Centro de Fisioterapia Antonio Roldán.