Esta semana vamos a hablar de la tortícolis, ya que, en los últimos años, la presencia de esta lesión en los bebés es bastante común.
Uno de los momentos más felices en la vida de una familia es el nacimiento de su bebé, todo comienza a girar entorno a nuestro pequeño. Recibimos muchísima información de todo tipo, de familiares, amigos, del vecino, que intentan darnos «consejos» para que no comentamos ningún error. Esto hace que las familias tiendan a tener al pequeño en una burbujita, siempre en la misma postura, poco tiempo en brazos …
Un día, los papis observáis que el bebé siempre mira hacia el mismo lado, y empezamos a pensar «si le doy el pecho izquierdo, mi niño se encuentra incómodo», «es que lo tumbo boca arriba y siempre está mirando hacia la izquierda», «lo pongo a dormir del lado derecho y al ratito me lo encuentro del lado izquierdo». Probablemente tu bebé tenga TORTÍCOLIS. ¿Habéis oído hablar de ello alguna vez? En este post os explicaremos todo sobre ella.
¿Qué es la tortícolis?
Es el acortamiento unilateral del músculo esternocleidomastoideo (ECOM), que provoca una inclinación lateral de la cabecita hacia el lado donde el ECOM está afectado y una rotación hacia el lado contrario. Pueden ser:
Congénita: por una mala posición del feto en el útero durante su formación.
Adquirida: provocada por un parto difícil, como, por ejemplo, fórceps, ventosas, palas, etc; o una postura mantenida.
Cuando, después del parto, aparece un pequeño nódulo en el esternocleidomastoideo, esta tortícolis se denomina no congénita.
¿Qué consecuencias puede tener si no se corrige?
El principal problema es la limitación de movilidad del cuello, que le va a llevar a mantener una misma postura durante un tiempo prolongado, ya que es donde el bebé se encuentra cómodo.
Debido a esta inclinación persistente de la cabeza, pueden aparecer anomalías tanto fasciales como óseas, apareciendo así la PLAGIOCEFALIA, es decir, un aplanamiento de la cabecita del pequeño. Más adelante, en el próximo post hablaremos de la plagiocefalia.
También puede aparecer un leve RETRASO MOTOR, ya que el bebé tendrá más dificultad en el gateo, los volteos porque la movilidad de la cabecita se ve limitada. Incluso, DIFICULTAD EN LA LACTANCIA MATERNA, porque el agarre es más complicado en un pecho que en otro, y esto, provoca que coja muchos gases, cólicos del lactante, mastitis en la madre.
¿Se puede tratar?
Hoy en día, está comprobado que los resultados del tratamiento de fisioterapia son mucho más efectivos cuando la intervención es temprana. Es decir, es importante detectar a tiempo la clínica de la tortícolis y actuar lo antes posible.
Por supuesto que tiene solución, sólo necesitas acudir a un fisioterapeuta especializado. Desde el Centro de Fisioterapia Antonio Roldán, le ayudaremos a mejorar la movilidad del cuellecito, el tono de la musculatura, y a mejorar el estado general de tu bebé. También te daremos las herramientas necesarias para prevenirla. Si se siente identificado con algunos de estos aspectos, acude a nuestro centro de Fisioterapia.