Hoy vamos a hablar del entrenamiento con «Biotraje», debido a que está tan de moda y los pacientes no paran de preguntar nuestra opinión al respecto.
Ante todo quiero dejar claro que mi objetivo no es demonizar este tipo de entrenamientos ni a los profesionales que lo realizan, y que cualquier tipo de entrenamiento cuando se hace con buena formación y experiencia es válido.
El entrenamiento con biotrajes se basa en una metodología cuyos principios son la electroestimulación con EMS, la cual es un tipo de corriente eléctrica que se lleva utilizando décadas el electroterapia y que los fisioterapeutas utilizamos a diario en consulta para infinidad de indicaciones.
Con este tipo de corrientes se consigue reclutar de manera pasiva y/o activa muchísimas más fibras musculares que cuando hacemos una contracción activa sin la ayuda de la electroestimulación, y en eso se basan estos tipos de entrenamiento para enfatizar sus beneficios, pero también es donde radican la mayoría de los problemas que podemos tener al utilizarla de manera incorrecta.
Lo primero que debemos saber es que están totalmente contraindicadas en algunas personas como embarazadas, cardiópatas, niños, etc…
Lo segundo es que nunca lo debemos tomar como un entreno único, si no complementario a un entrenamiento global. Este tipo de entrenamiento nos va a ayudar a trabajar fibras musculares que normalmente no utilizamos con la contracción activa muscular y por tanto nos va a permitir conseguir objetivos que no podríamos obtener sin ella, pero en cambio no va a trabajar algunos aspectos fundamentales en el entreno como la coordinación, la propiocepción, etc… Además nos va a ayudar a trabajar las fibras musculares, pero nunca tendones, ligamentos, etc porque no tienen capacidad contráctil, y por tanto tendremos que hacerlo con otro tipo de entrenamientos. En este aspecto debemos tener en cuenta también que este tipo de estimulación puede interpretarla nuestro cerebro erroneamente pues la actividad muscular no se equivale a la actividad articular, tendinosa, etc y por tanto puede generar grandes transtornos propioceptivos.
Lo tercero es que este tipo de estimulación provoca daño muscular severo, el cual es medible por algunos parámetros sanguíneos como la CPK. Por ejemplo, un maratoniano a las 48 horas de correr la maratón presenta unos niveles de CPK en sangre de unos 2500u/l, en cambio cualquier persona después de una sesión con biotraje puede llegar a 100000 u/l a los cuatro días y un deportista profesional a los 240000 u/l. Esto ya nos indica que la actividad muscular que provoca es agresiva y puede llegar incluso a provocar un cuadro clínico que es la rabdomiolisis,lo que puede llegar a provocar problemas renales incluso.
Lo cuarto es que no podemos caer en la publicidad engañosa de algunos de estos centros, que por supuesto son solo una minoría porque la mayoría son buenos y preparados profesionales. Algunos de estos centros venden que lo puede hacer todo el mundo, que con 20 minutos a la semana ya no necesitarás más ejercicio, que vas a perder muchísimo peso,…
En definitiva, este tipo de entrenamiento es complementario a un entrenamiento global, tiene ventajas e inconvenientes a valorar para cada persona y al igual que es muy positivo para algunos deportistas tampoco es la panacea de nada, al igual que ningún entrenamiento aislado.