El calzado en los peques

El calzado en los peques

Buenos días Chic@s, hoy vamos a hablar del Calzado en los Peques, una cuestión muy frecuente en nuestra consulta de Fisioterapia.

En primer lugar debemos decir que como cualquier cuestión en el mundo de los niños no existen reglas estrictas ni generalizables a todos los niños, y que las premisas que vamos a comentar se refieren a normas de sentido común orientadas desde el punto de vista biomecánico, de desarrollo del niño y desde la Fisioterapia.

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la edad del niño, por varias razones como la capacidad de andar o no, la independencia del niño, la capacidad motora gruesa y fina, etc. Así que vamos a diferenciar según la edad del niño:

– Hasta los 11-13 meses se supone que el niño debe tener un zapato para “no andar”, es decir, para que este el pie calentito, cómodo y que sea bonito. Por tanto en este periodo el niño debe tener tan solo un calzado que no apriete, que le permita mover el pie en general y los dedos en particular con facilidad, que le transpire bien, sin suela rígida, etc.

– Entre los 11-13 meses y los 2-3 años comprende la etapa en que el niño empieza a andar y va perfeccionando la deambulación, de manera que ya tenemos que recurrir a una suela que en este periodo debe ser muy flexible pero lo suficientemente estable y rígida para que pueda utilizarla en varios terrenos, no debe ser plano del todo pero muy cercano, debe ser con velcro para que el niño pueda entrenar el poner y quitarse el zapato, etc.

– De los 2-3 años hacia adelante debe ser un calzado previo al calzado normal, con una suela lo suficientemente ancha, estable, adherente, con el talón un poco elevado para favorecer un apoyo óptimo, con suficiente espacio entre los dedos y la parte anterior del zapato para que permita cierta movilidad a la hora de andar, correr, saltar, con un paso progresivo de velcro a cordones para que el niño también vaya entrenando la motricidad fina de las manos, etc.

Por último debemos tener en cuenta que el niño debe estar tiempo descalzo, debe cambiar de zapato para que pueda estimularse en su pie la capacidad de tener distintos apoyos y no les cause problemas, siempre deben ser suelas flexibles pero adherentes, deben ser transpirables, le debe permitir hacer todo lo que pueda hacer si no los tuviera puestos e incluso más, y sobre todo debe permitir que el niño esté cómodo y feliz con ellos.

Esperamos que este artículo os sirva y si tenéis alguna duda……………… llamádnos.